Autor de obras imprescindibles como Bertillón 166 y El pan dormido, el novelista santiaguero José Soler Puig, era ya una persona madura cuando enrumbó su vida por los caminos de la literatura.
Nunca he olvidado nuestros encuentros ni sus anécdotas. Una de ellas se encuentra al borde de lo increíble y lo retrata entero.
Ese pasaje del imberbe periodista frente a un clásico de nuestra narrativa, motiva el homenaje de hoy.
Últimas entradas de Reinaldo Cedeño Pineda (ver todo)
- MARILYN GARBEY OQUENDO: Del teatro, la pasión y la radio - 5 agosto, 2025
- El humor gráfico tiene un nombre: CHICHO - 28 julio, 2025
- LEÓN ESTRADA: “Me gusta leer lo que otros escriben” - 21 julio, 2025
Visitas: 645